Regresar a Chicago, ciudad que considera su casa y que la vio nacer, siempre es emocionante para la soprano Ailyn Pérez y más como protagonista de la ópera que es su favorita: “La Bohème”.
“Estoy feliz, cada día llorando de felicidad”, compartió a La Voz la soprano, hija de padres mexicanos inmigrantes y orgullosamente mexicoestadounidense, la única originaria de Chicago que representa a su comunidad en el mundo de la ópera a nivel internacional, de su regreso a Lyric Opera of Chicago.
“Me está sorprendiendo a mí misma llegar una vez más a este escenario donde he cantado ya en otras ocasiones, pero donde no lo hago tan seguido como en Nueva York donde estoy casi cada año. Me gustaría estar aquí en casa cantando cada año o cada dos años”, reveló.
Pérez retoma el personaje de Mimi, la protagonista de “La Bohème”, la ópera con música del italiano Giacomo Puccini y libreto de Giuseppe Giacosa y Luigi Illica, que fue estrenada en 1896 y que es una de las óperas más representadas y admiradas a nivel mundial. Aunque ya lo ha interpretado muchas ocasiones en otros recintos operísticos del mundo, esta es la primera vez que lo hará en Chicago.
“Empecé [mi carrera] con este papel y quiero retirarme con él, no lo quiero dejar. Me ha llevado a tantos lugares, me ha inspirado tanto; es un papel muy importante para comenzar y hacer carrera. ‘La Bohème’ es una ópera tan perfecta, que cautiva tanto al que conoce el repertorio operístico como al que la ve y descubre por primera vez”, describió Pérez.
Para la soprano esta producción es su tercer protagónico en Lyric y la quinta ocasión en la que forma parte de una producción o concierto especial.
La primera vez que Pérez se presentó en el Lyric Opera fue en el concierto de “Celebrando a Plácido Domingo” realizado en marzo de 2017, cuando interpretó el rol de Violetta en un pasaje de “La Traviata”; la segunda fue como Marguerite, la protagonista de “Faust” en 2018.
Después estuvo como Adina de la ópera “The Elixir of Love” en 2021 y posteriormente interpretó a Nedda en “Pagliacci” ese mismo año, función que fue grabada y que ganó dos premios Emmy en el Medio Oeste.
Para la producción y elenco de “La Bohème”, Pérez sólo tiene elogios. “El mensaje de esta ópera es simple, pero sigue vigente: habla de la libertad de soñar, de vivir la vida, es más que la música que ya es maravillosa”, destacó.
Del elenco destacó la labor del tenor Pene Pati que interpreta a Rodolfo y que tiene su debut en Lyric en esta producción, como la de la directora Melanie Bacaling y para el director de orquesta Jordan de Souza —que estuvo ya en Lyric dirigiendo “Florencia en el Amazonas” en 2021— así como para la soprano de origen nicaragüense Gabriella Reyes, quien interpreta a Musetta.
“Con Gabriella hemos estado juntas en Nueva York y canta fenomenal. Es una belleza trabajar con ella no sólo porque sea latina, sino por la belleza de su alma; verla dar sus primeros pasos en lo que será su creciente carrera me llena de orgullo”, compartió Pérez.
Y es que para Ailyn es una parte muy importante abrir puertas para la comunidad latina para que haya representación. Desde sus inicios profesionales lo ha hecho y continuará con esa misión.
Pérez nació en Chicago, hija de padres mexicanos originarios de Jalisco que se conocieron en Chicago gracias a los amigos que tenían en la fábrica en la que trabajaban. Ailyn se crió en el suburbio de Elk Grove, y siempre creyó influenciada por la música mexicana de artistas como Juan Gabriel y Vicente Fernández. La ópera no era algo que en sus inicios contemplaba y como contó en una entrevista hecha en 2018.
En ese entonces, contó que su primer contacto con la música fue gracias a los programas escolares, donde comenzó a los 10 años como parte de la banda de la escuela, y llegó a ser la primer flauta.
A los 13 años, cuando ingresó a la Secundaria Elk Grove, tuvo más oportunidades en las actividades escolares. Perteneció al coro, al club de drama y participó en danza. También fue cuando conoció la ópera, a María Callas, y que descubrió que tenía potencial como cantante de ópera.
“La emoción de la música la sentí inmediatamente”, recordó entonces Pérez, de ahora 45 años, de ese primer encuentro operístico. “Me dio curiosidad saber cómo se cantaba ese repertorio”.
Cuando comenzó a solicitar becas para estudiar una carrera, sabía que quería dedicarse al canto, a las artes. Siendo la mayor de tres hermanos y la primera de la familia que acudiría a la universidad, su decisión fue motivo de preocupación de sus padres.
Comenzó sus estudios en la Escuela de Música de la Universidad de Indiana y posteriormente en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia, donde se graduó en 2006.
Ese mismo año ganó el segundo lugar en la competencia Operalia, establecida por el tenor español Plácido Domingo y, de ahí, comenzó su carrera que la ha llevado a los principales escenarios operísticos del mundo.
“Lo que hago ahora, lo que he logrado, me inspira y es una gran responsabilidad”, reafirmó a La Voz. “Si soy la primera en hacer algo, tengo que lograrlo, seguir adelante, inspirar y dar el ejemplo a los que siguen de mí. En mi carrera han habido artistas que han sido muy generosos conmigo y que me han ayudado y por eso tengo ahora que ayudar y compartir”, aseguró.
Para Pérez, es su cultura, su crianza, su raíz mexicana, el origen e inspiración de lo que hace en el mundo de la ópera.
“No es sólo cantar y actuar lo que hago. No es sólo la voz, es el sentimiento que llevo, lo que culturalmente tengo y que comparto, eso que tenemos sin pesarlo. Para mí esa es mi raíz más fuerte, es imposible ignorar mi cultura, mi comunidad y las voces de todos los que están antes de mí”, agregó.
“Somos parte de algo, somos la continuación de un sueño quizá de alguien de nuestra familia, de nuestra comunidad y esa manera de pensar es un valor muy fuerte, muy mexicano, muy nuestro”, enfatizó Pérez.